![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBLrjO6y_ToZnPY546uhwlybfPwemP6DCJvHUqJTfYay5vOCVj-5H4vkilGm7q5WvyTiZm-HG3Xz60OdQETW3K0aHPCAXfm-3N-Jvmfg2RsAscJQutf1wlqiy33Or8631y2w1Vtx2Sab8/s320/3.jpg)
A medida que pasan los años, la próstata puede aumentar de tamaño y bloquear la uretra o la vejiga, pudiendo causar dificultad para orinar o interferir con las funciones sexuales. Aunque este trastorno no es un cáncer, generalmente habrá que someterse a una cirugía para corregirlo. Los síntomas de esta enfermedad o de otros problemas en la próstata pueden ser similares a los del cáncer.
El hombre debe fijarse en los siguientes síntomas y recurrir a un médico: flujo débil o interrumpido de la orina, orinar frecuente (especialmente en la noche), dificultad al orinar, dolor o ardor al orinar, sangre en la orina y dolor constante en la espalda, caderas o pelvis. A menudo, el cáncer prematuro de la próstata no presenta ningún síntoma.
La probabilidad de recuperación y la elección del tratamiento dependen de la etapa de avance del cáncer.
Varias pruebas ayudarán al urólogo a identificar el problema y a decidir la mejor opción de tratamiento. Las pruebas cambian de paciente a paciente, pero las que exponemos a continuación son las más comunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario